El pintor Marcos Amorós durante su proceso creativo.
La infinitud sobre la que se posa el pincel de este artista da como resultado obras imperfectas en su máxima perfección. Así es la intemporalidad en la que nos sumerge Marcos, tan solo abarcable por las líneas que delimitan los contornos de las figuras, ésas que sujetan de modo injusto, pero necesario, nuestra imaginación.
Entre pinceladas sueltas, degradadas y transparentes crea un universo etéreo abocado a provocarnos sensaciones livianas, dulces, que nos acomodan como espectadores complacidos dispuestos a profundizar en su obra.
"El sueño II". Óleo sobre lienzo. Colección Tiempos Modernos.
Con trazos ligeros, poco suntuosos y libres mezclados con otros más largos e independientes, nos deja ver la densidad de su pintura, su transparencia u opacidad según zonas donde desea profundizar.
Pero de donde extraemos la magia de su obra es sin duda a través de la paleta de colores ocres, donde consigue dejar espacio al blanco puro de la ingenuidad, de la pureza, que logra abrirse paso entre los tonos neutros de gamas terrosas y grisáceas que otorgan la verosimilitud de una realidad a la que el pintor juega con romper sus límites y para ello nos inunda de pompas de jabón en cuya transparencia nos vemos reflejados.
"Akasha". Óleo sobre tabla. 117 x 91 cm.
La imaginación es la semilla que deposita el pintor en sus obras entremezclada en sus pigmentos y cuyo fruto obtenemos ante el visionado de su pintura, transformado en serenidad y aderezada de un realismo soñador que hace de sus cuadros fuentes inagotables de ternura.
"Dogs". Óleo sobre lienzo. 80 x 80 cm.
Marcos Amorós crea un realismo muy particular, abierto e inacabado.
Podemos observarlo en sus siluetas apenas delimitadas con la suavidad de un pincel que lucha por no restar libertad a sus creaciones y no las limita, sino que las ayuda a que sostengan la forma sobre el color.
Profundizar en su obra es un regalo para los sentidos.
Os invito a visitar la muestra que estará expuesta hasta el 28 de febrero en la Biblioteca María Moliner de la Universidad de Murcia (Campus Espinardo) y que ha comisariado María José Cárceles.
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